La figura de Coco Chanel y todo el misterio que le rodea me parece fascinante. Ha sido una mujer luchadora que se ha hecho a sí misma y ha creado de la nada todo un universo de glamour. La mítica casa de la camelia se ha mantenido en el tiempo y llega a nuestros días de la mano de el "Kaiser" Lagerfeld, que ha sabido mantener su espíritu.

En el tercer piso número 31 de la Rue Cambon de París, justo encima de taller-tienda Chanel de la capital parisina, se encuentra su apartamento. Nunca durmió allí, no hay habitaciones, sólo lo usaba para su disfrute personal.

Aún se respira el espíritu de Coco: su colección de biombos de Coromandel, sus espejos venecianos, figuras de animales, consolas barrocas, bustos de mármol, libros, sillones Luis XVI, las lámparas Chandelier de cristal, la mesa estilo Luis XIII, cuadros, la pintura japonesa de seda del siglo XVI, estatuas doradas, butacas de madera, el enorme diván de gamuza de ciervo y gran cantidad de objetos decorativos como iconos de bronce, budas, bolas de cristal, camellos de terracota, caballos chinos, ciervos esmaltados, ramas de cristal, crucifijos, una virgen de piedra del XVI... dándole ese toque boho-chic-oriental.

La camelia que Coco adoraba por su geometría perfecta, formas redondeadas y pureza están por toda la casa.

En sus increíbles biombos chinos de Coromandel esmaltados en ocre y dorado de los que llegó a tener hasta 32.

En los bouquets de cristal de roca o en las Chandeliers.

Aunque algunas cosas se fueron...y después volvieron. Es el caso de la antigua bañera convertida en sillón de seda de Chevigny del siglo XVIII sobre el que se Mademoiselle Coco se fotografió.

Después de la sesión fotográfica el sillón desapareció misteriosamente y Karl Lagerfeld lo pudo recuperar en los años 80 durante una subasta en Montecarlo. Le ha servido como inspiración para la campaña de la colección primavera/verano 2010:



Los brazaletes y anillos de la colección de joyas Shangai 2009/2010 están inspirados en sus biombos de Coromandel.

O el trigo, símbolo de prosperidad y amuleto de la suerte de Coco Chanel. Está presente en todas las habitaciones en forma de ramo de latón decorativo, en las patas de una mesa, en la madera del salón o en una lámina pintada por Dalí. Presente en collares, brazaletes, cinturones, diademas, broches...






Como decía Coco Chanel: "Las modas pasan. Sólo el estilo permanece".
¿Qué os parece la nueva colección primavera-verano?
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