Ailanto P-V 2012

Son innumerables las ocasiones en la que encontramos en la moda numerosas influencias de las distintas formas de arte. Esta vez, artes como la pintura y la danza se dan la mano en la nueva colección P-V 2012 de Ailanto.

Los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz nos traen una colección inspirada en las obras de los pintores del movimiento francés Nabi (Maurice Denis, Édouard Vuillard y Pierre Bonnard) y la obra de la coreógrafa alemana de danza contemporánea Pina Bausch. Y como no podía ser de otra forma, la presentación de la colección tuvo lugar en la Compañía Nacional de Danza.

Predominan los colores pasteles como el crema, rosa palo, verde turquesa, amarillo oro...y los neutros y mates como el crema, el marrón, el verde pardo y el negro.

Las formas rectas se despliegan en plisados, frunces, canesúes, pulidos y costuras artesanales.

Encontramos superposiciones de prendas de tejidos ligeros como la seda: chifón de seda con rayas en lamé y sedas brillantes con destellos tornasolados.

Me parecieron espectaculares sus vestidos de fiesta tan delicados y etéreos que parecen que se van a poner a bailar.

Iñaki y Aitor Muñoz, los diseñadores de Ailanto

Me vuelven loca sus exclusivos estampados cada uno diferente en cada colección. Para los de esta temporada se inspiran en la pintura Nabi con estampados salpicados de plantas y animales.

También cuidan mucho el detalle con faldas rematadas con cintas de rafia que han combinado con pequeñas perlitas o camisas y vestidos decorados con trenzas de tejido.

En los accesorios predomina el vinilo: en los clutches combinado con cuero empolvado y toques flúor y en los zapatos con tacones transparentes.

Como gran aficionada a la danza y bailarina de danza clásica cuando era pequeña me hizo mucha ilusión poder asistir a un ensayo de los bailarines de la Compañía Nacional de Danza. Las largas horas de ensayo diarias y el esfuerzo que eso conlleva hasta encontrar el movimiento perfecto es digno de admiración. Allí pude charlar y cambiar impresiones con su director, José Carlos Martínez, que fue primer bailarín del Ballet de la Ópera de París y que precisamente trabajó con Pina Bausch.